Versículos del Salmo 26 del libro de Salmos de la Biblia.
Examíname, Señor, y pruébame, sondea hasta lo más íntimo de mi ser;
porque tu amor está siempre ante mis ojos, y yo camino en tu verdad.
No me reúno con la gente falsa ni me doy con los hipócritas;
odio la compañía de los malhechores y no me uno a los malvados.
Por eso lavo mis manos en señal de inocencia y doy vueltas alrededor de tu altar,
proclamando tu alabanza en alta voz y narrando tus maravillas.
Yo amo la Casa donde habitas, el lugar donde reside tu gloria.
No me incluyas entre los pecadores ni entre los hombres sanguinarios:
ellos tienen las manos llenas de infamia, y su derecha está repleta de sobornos.
Yo, en cambio, procedo íntegramente: líbrame y concédeme tu gracia.
Mis pies están firmes sobre el camino llano, y en la asamblea bendeciré al Señor.
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