Versículos del Salmo 108 del libro de Salmos de la Biblia.
Mi corazón está firme, Dios mío, mi corazón está firme. Voy a cantar al son de instrumentos: ¡despierta, alma mía!
¡Despierten, arpa y cítara, para que yo despierte a la aurora!
Te alabaré en medio de los pueblos, Señor, te cantaré entre las naciones,
porque tu misericordia se eleva hasta el cielo y tu fidelidad hasta las nubes.
¡Levántate, Dios, por encima del cielo, y que tu gloria cubra toda la tierra!
¡Sálvanos con tu poder, respóndenos, para que se pongan a salvo tus predilectos!
El Señor habló desde su Santuario: 'Yo repartiré triunfalmente a Siquém y distribuiré el valle de Sucot.
Mío es Galaad, Manasés me pertenece, Efraím es mi yelmo, mi cetro es Judá.
Moab es la vasija donde yo me lavo; plantaré mis sandalias en Edóm y cantaré victoria sobre Filistea'.
¿Quién me llevará hasta la ciudad fortificada, quién me conducirá hasta Edóm,
si tú, Señor, nos has rechazado y ya no sales con nuestro ejército?
Danos tu ayuda contra el adversario, porque es inútil el auxilio de los hombres.
Con Dios alcanzaremos la victoria, y él aplastará a nuestros enemigos.
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