Versículos del Salmo 41 del libro de Salmos de la Biblia.
Feliz el que se ocupa del débil y del pobre: el Señor lo librará en el momento del peligro.
El Señor lo protegerá y le dará larga vida, lo hará dichoso en la tierra y no lo entregará a la avidez de sus enemigos.
El Señor lo sostendrá en su lecho de dolor y le devolverá la salud.
Yo dije: 'Ten piedad de mí, Señor, sáname, porque pequé contra ti'.
Mis enemigos sólo me auguran desgracias: '¿Cuándo se morirá y desaparecerá su nombre?'
Si alguien me visita, habla con falsedad, recoge malas noticias y las divulga al salir.
Mis adversarios se juntan para murmurar contra mí, y me culpan de los males que padezco, diciendo:
'Una enfermedad incurable ha caído sobre él; ese que está postrado no volverá a levantarse'.
Hasta mi amigo más íntimo, en quien yo confiaba, el que comió mi pan, se puso contra mí.
Pero tú, Señor, ten piedad de mí; levántame y les daré su merecido.
En esto reconozco que tú me amas, en que mi enemigo no canta victoria sobre mí.
Tú me sostuviste a causa de mi integridad, y me mantienes para siempre en tu presencia. * * *
¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, desde siempre y para siempre! ¡Amén! ¡Amén!
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