Versículos del Salmo 63 del libro de Salmos de la Biblia.
Señor, tú eres mi Dios, yo te busco ardientemente; mi alma tiene sed de ti, por ti suspira mi carne como tierra sedienta, reseca y sin agua.
Sí, yo te contemplé en el Santuario para ver tu poder y tu gloria.
Porque tu amor vale más que la vida, mis labios te alabarán.
Así te bendeciré mientras viva y alzaré mis manos en tu Nombre.
Mi alma quedará saciada como con un manjar delicioso, y mi boca te alabará con júbilo en los labios.
Mientras me acuerdo de ti en mi lecho y en las horas de la noche medito en ti,
veo que has sido mi ayuda y soy feliz a la sombra de tus alas.
Mi alma está unida a ti, tu mano me sostiene.
Que caigan en lo más profundo de la tierra los que buscan mi perdición;
que sean pasados al filo de la espada y arrojados como presa a los chacales.
Pero el rey se alegrará en el Señor; y los que juran por él se gloriarán, cuando se haga callar a los traidores.
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